Fuente Coordinadora de La Vivienda de Madrid  

Puerta de Mari Ángeles

El lunes se ejecutaba el desahucio de María Ángeles y su familia, sin más alternativa habitacional que la de un albergue hostal, cuya estancia permitida se acaba hoy viernes. Antes de este violento trance, María Ángeles había recuperado en el ensanche de Vallecas una vivienda del fondo buitre Fidere, filial de Blackstone. Le llevaba a ello la necesidad de poner un techo encima de sus dos hijos de 12 y 16 años, este último con una minusvalía del 41%. El apoyo de los colectivos de vivienda no pudo evitar el tercer intento de desahucio por parte de quienes han jugado al juego de dejarnos sin vivienda pública impunemente.

El eco mediático de este lunes ni impidió el desahucio, ni permitió una solución medianamente digna, ni se alió con el corazón del padre de sus hijos. El último de los tres infartos que ha sufrido en estos días le ha llevado al quirófano de urgencias. Desde aquí le mandamos a nuestra compañera y su familia todo el calor del mundo y por supuesto el deseo de que las manos de los médicos arreglen lo que la incompetencia criminal de las instituciones implicadas ha empujado, porque a veces ese es el precio que nos hacen pagar, al borde de la vida. Como si vivir o no vivir fuera un problema de baremos, de recortes, de mediocres, de estupidez manifiesta e injustificada, o simplemente, de crimen imprudente.

Una sociedad que permite que pasen estas cosas es una sociedad dormida. Una sociedad que oculta la violencia que sufrimos en el cuerpo, las agresiones que nos minan la salud, los traumas que nos llevan a un quirófano a causa de un desahucio es una socidad enferma con diagnóstico reservado y, aparentemente, sin otra cura paliativa que la de ver pasar un rosario de víctimas delante de sus ojos cada vez más impávidos, más incrédulos y más molestos con los destrozos que permite. Gentes de bien, necesitamos echarle ganas a esto, no dar respiro a quien tiene un mínimo de responsabilidad en que estas barbaridades no sucedan.

¿Cuánto vale una vida en el Plan Económico Financiero del Ayuntamiento? ¿Quién le explicará a los hijos de María Ángeles lo que está ocurriendo con su padre? ¿Quién les ha tenido en cuenta? ¿Quién está conculcando el artículo 27.3 de la Declaración de Derechos del Niño? ¿Con qué derecho se permite que transiten de un lugar a otro, de oscuridad en oscuridad, sin que a nadie con capacidad de evitarlo se le cierre la boca del estómago? ¿Dónde está el Samur Social o quien narices tenga un resto de humanidad para darnos respuestas?

María Angeles está agotada, sin fuerzas, y hoy otra vez se encontrará de patitas en la calle. Si hay un responsable en el Ayuntamiento de Madrid o en la Comunidad de Madrid que tenga algo que aportar, que lo haga pronto. No tenemos lo que se dice tiempo. Tampoco nos creemos que no exista partida en vuestros números para la gravedad que nos ocupa. ¿Os tendremos que denunciar con nombres y apellidos? Pues bien, que quede bien escrito: una vida pende de un hilo por vuestra culpa y una familia está sin alternativa a un techo digno por vuestra culpa. Así que ya estamos tardando.

Empezad a reparar vuestros errores. No queremos excusas. Nos vemos en el hospital.