Eva tiene doce años, mucha curiosidad y un sinfín de preguntas. Cuando conoce a Ray, un sabio inventor algo chiflado, descubre que no todo es lo que parece, y que las respuestas no son siempre lo más importante.
Cuando crees que tienes todas las respuestas, van y te cambian las preguntas…
Después de rememorar su infancia en “Corazón que ríe, corazón que llora”, dónde nos contó que había nacido en el seno de una familia burguesa antillana de “Supernegros”, que vivía en un mundo blanco y francés, Maryse Condé retoma el relato de su vida y nos invita a acompañarla en la apasionante travesía que marcó su juventud: un periplo que comienza en París…
En su obra “Unveiling Inequality” Korzeniewick y Moran proponen una sociedad ficticia a la que pertenecen exclusivamente los perros de los hogares estadounidenses. Ponen los gastos medios anuales que tuvieron esos hogares (en 2008) como “ingresos per cápita” y, sorpresa (¿o no?), ese Dogland ficticio se posiciona mejor situado que el 40% de los países del mundo…
Todo un festín intelectual. Sus casi 1.300 páginas se leen siempre con interés, con la continuada percepción de estar ante un texto que dejará un notable legado…
Se trataba de un hombre a pasos apresurados, transpirando, jadeante. Sin una mirada a las bellezas de la naturaleza, los ojos fijos en el camino y el reloj en la mano. “¡En dos horas, catorce minutos, cuarenta segundos!…
Pero más que hablar de regímenes fascista, de lo que trata el autor es de políticas fascistas, que son las que están usando partidos de ultraderecha hoy en día, y que las están
asumiendo otros partidos de la derecha
“El huésped”, que pertenece al libro Tiempo destrozado (1959), es el relato más leído y estudiado de Amparo Dávila. Está narrado por una mujer anónima, cuya casa es ‘tomada’ por un extraño inquilino que su esposo la obliga a hospedar
¿Qué prefieres leer fake news o comer caca?
La pregunta no es gratuita. Pueden parecer dos acciones muy distintas, pero para el papa Francisco son lo mismo: “los
periodistas que difunden fake news corren el riesgo de caer presos de la coprofilia (amor por la caca) y sus lectores, corren el riesgo de coprofagia (ganas de alimentarse de heces)”, afirmó Francisco en una entrevista. En todo caso, las dos acciones afectan a nuestra salud. Comer caca a la nutricional, leer y creer en fakes news a nuestra salud informativa. Y una sociedad con una mala salud informativa vive condenada a la ceguera. Si llegamos al punto de no poder confiar en las noticias, solo nos creeremos las que confirmen nuestro pensamiento, las que nos den la razón.