España está a la cola de la OCDE en desarrollo sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son metas fijadas en septiembre de 2015 por 193 líderes mundiales para perseguir una suerte de justicia global que comprenda la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el cambio climático, con la vista puesta en 2030. Sustituyen a los Objetivos de Desarrollo  del Milenio, establecidos en 2000 y que caducaron el año pasado.

El pasado julio, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés) emitió un informe en el que evaluaba a cada país para comprobar en qué estado partían de cara al comienzo de la puesta en vigor de estos objetivos. La semana pasada fue traducido al español y nuestro país no sale muy bien parado: en el ranking de miembros de la OCDE, España ocupa el puesto 26 de 34. El 30 a nivel global.


Los ODS son 17. Abarcan todos los ámbitos que debería trabajar un país que quiera colaborar para ser parte de un planeta sostenible. Salud, educación, igualdad de género, biodiversidad y cuidado de los ecosistemas, paz y justicia, acción por el clima, trabajo, consumo e industria, entre otros temas. La SDSN califica a cada país con los colores del semáforo, verde, amarillo y rojo, según cómo hablen los datos publicados en estudios y sondeos sobre su desempeño en cada uno de los ámbitos. En aras de “poner las pilas” a los, por el momento, menos cumplidores, el informe pone la nota a cada objetivo según el indicador con la calificación más baja. Nuestro país, por ejemplo, suspende el octavo objetivo, Trabajo decente y crecimiento económico, porque la tasa de jóvenes que no trabajan, estudian ni reciben formación es del 25,9%.

Por Javier Martínez para INFOLIBRE