¿Por qué es tan importante defender la Atención Primaria?
Tradicionalmente, una de las líneas prioritarias de actuación de las asociaciones vecinales madrileñas ha sido la defensa de unos servicios sanitarios públicos cercanos y de calidad, y de una Atención Primaria adecuadamente dotada. Si antes esto era importante, hoy, después de los estragos de la pandemia de la Covid-19, lo es aún más. La Comisión de Sanidad de la FRAVM nos muestra las razones de esta importancia…
Tradicionalmente, una de las líneas prioritarias de actuación de las asociaciones vecinales madrileñas ha sido la defensa de unos servicios sanitarios públicos cercanos y de calidad, y de una Atención Primaria adecuadamente dotada. Si antes esto era importante, hoy, después de los estragos de la pandemia de la Covid-19, lo es aún más. La Comisión de Sanidad de la FRAVM nos muestra las razones de esta importancia.
¿Por qué debemos defender la Atención Primaria?
La Atención Primaria (AP) tiene por objeto garantizar el mayor nivel posible de salud y bienestar, mediante la atención centrada en las necesidades de la gente, en un plazo de tiempo corto y próximo al entorno cotidiano de las personas.
¿Cuál es la esencia e importancia del trabajo de la AP?
Un beneficio para toda la población sin exclusión, garantizando la salud de los ciudadanos y ciudadanas. Una atención activa frente a las demandas asistenciales.
La AP nos da una atención continuada a lo largo de todas las etapas vitales, desde antes del nacimiento hasta el final de la vida.
Atención integrada: actividades de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico y tratamiento, rehabilitación y también fomentando la autonomía del usuario.
Atención integral, incluyendo los determinantes sociales, que son las condiciones del entorno en el que la gente nace, vive, aprende, trabaja y realiza las actividades de su vida cotidiana que afectan directamente a su salud, incluyendo el lugar de procedencia y el entorno socioeconómico principalmente.
Atención las 24 horas del día, en turnos de mañana y tarde, y cubriendo noches, festivos y fines de semana con los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), tanto urbanos como rurales.
Potencia la accesibilidad y universalidad, sin barreras que dificulten la utilización de recursos y sin discriminación, garantizando la equidad.
La relación médico-paciente prolongada en el tiempo mejora los indicadores asistenciales. Tener el mismo médico de familia durante más años se asocia a una disminución creciente del uso de las urgencias, de los ingresos hospitalarios y de la mortalidad. Promover la estabilidad de los profesionales de AP debe ser una prioridad para las autoridades sanitarias.
Todo lo planteado anteriormente es la esencia de la AP, y para llevarse a cabo es necesario aumentar la asignación presupuestaria en Sanidad, aumento de al menos un 25% para Atención Primaria.
Es muy importante disponer de unas infraestructuras adecuadas para garantizar la seguridad, higiene, y salubridad, tanto a los trabajadores sanitarios como a usuarios.
Una política de recursos humanos que garantice plantillas adecuadas con contratos dignos y que acabe con la precariedad, que permita disponer a los profesionales del tiempo necesario para realizar todas las actividades: asistenciales, comunitarias y atención domiciliaria. Los médicos, pediatras y enfermeras son los responsables de la atención que reciben sus pacientes asignados y la conservación de su salud.
UN SISTEMA SANITARIO PÚBLICO DEBE SER: UNIVERSAL, EQUITATIVO Y DE CALIDAD, QUE PRIORICE LA SALUD DE LA POBLACIÓN